Está vinculada con el lenguaje verbal y las capacidades expresión lingüística, desarrollarla y estimularla ofrece muchos beneficios.
La inteligencia lingüística o verbal se entiende como la capacidad de dominar la comunicación verbal y no verbal, de procesar mensajes linguísticos con rapidez, ordenar palabras con facilidad y darles sentido coherente en un texto oral o escrito
Beneficios que se obtienen al estimular y desarrollar la inteligencia lingüística
· Mejora la imaginación y la creatividad: al escuchar, leer o contar un relato, el niño se sumerge en un mundo imaginario lleno de personajes y situaciones que enriquecen la imaginación y obtiene recursos para desarrollar su capacidad creativa.
· Agiliza la mente y mejora el entendimiento: al dialogar o leer, el niño deberá usar todas sus estrategias para entender un mensaje o hacer que otros entiendan lo que él quiere decir, pero deberá hacerlo con rapidez y coherencia para que la comunicación sea fluida.
· Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía: definitivamente al leer y al hablar el niño hace uso de un vocabulario ya incorporado, pero al dialogar también irá aprendiendo el vocabulario usado por su interlocutor, de igual manera al leer no solo encontrará palabras nuevas, sino que también aprenderá cómo se escriben.
· Favorece la capacidad de socialización: Al tener todos estos recursos verbales incorporados será mucho más sencillo para el niño establecer relaciones sociales, no solo por las competencias comunicacionales logradas sino también porque al contar con todo ello su autoestima se verá favorecida.
· Fomenta el gusto por aprender nuevos idiomas: La necesidad de conocer más palabras, lleva al niño a incursionar idiomas extranjeros, se empieza a interesar por música, programas y lecturas de países con habla distinta a la materna, favoreciendo el aprendizaje de nuevos idiomas.
¿Cómo estimular la inteligencia lingüística?
Esta inteligencia la podemos estimular desde temprana edad, pero es importante que usemos las estrategias adecuadas para cada etapa, por ese motivo les propongo algunas actividades a realizar en cada una de estas etapas:
0 a 12 meses
· Conversar con el bebé, cantarle o ponerle música: Los juegos musicales serán muy favorables para estimular la audición del bebé y fomentar su interés por los estímulos orales.
· Realizar o imitar sonidos onomatopéyicos: Podemos cargar al bebé y pasearlo por la casa buscando elementos que produzcan sonidos que se puedan imitar. Por ejemplo, la puerta. Nos detenemos frente a ella y le decimos “Mira, la puerta suena toc-toc” (mientras la golpeamos). Lo podemos realizar con objetos o con animales. Primero deberá ser con el elemento real y luego podemos pasar al uso de imágenes en tarjetas o libros.
· Narrarle pequeños cuentos haciendo uso de gestos y sonidos: los libros con imágenes o los títeres ayudarán a darle al bebé una idea de cómo son los personajes. En esta etapa se sugiere que sean solo 2 personajes.
1 a 2 años
· Realizar preguntas simples: Las preguntas deberán ser cerradas para que el niño solo conteste “sí” o “no”. Podemos hacer uso de elementos de apoyo, por ejemplo, le podemos preguntar ¿Quieres manzana? (mientras le mostramos la fruta) y el niño deberá responder. Poco a poco iremos incorporando preguntas con respuestas puntuales como el nombre o la edad.
· Introducir el uso de los artículos “el” y “la” en palabras que usa cotidianamente: Para lograr este propósito podemos usar un cubo con bolsillos donde colocaremos la imagen de los elementos a usar. El niño lanzará el cubo como si fuera un dado y deberá mencionar el nombre de la imagen anteponiendo el artículo “el” o “la”.
· Realizar lectura global de etiquetas: Salir de compras con el niño o al regresar a casa con las compras invitar al niño a que vea lo que se ha comprado, irle enseñando los productos que suele consumir, mostrarle la etiqueta y decirle el nombre.
3 a 5 años
· Usar frases en distintos tiempos: Para lograr este propósito podemos usar tarjetas de secuencias, una vez que el niño las ordena, señalar una escena central para que la describa, luego que diga lo que pasó antes y lo que pasó después.
· Copiar palabras: Revisar con el niño revistas o diarios y pedirle que señale una palabra, la que desee para que luego la forme haciendo uso de letras móviles. Este juego ayudara en el proceso de lectoescritura.
· Propiciar diálogos: Una forma de fomentar el
uso de diálogos es a través de los juegos de roles o de dramatización. Jugar a
la casita, la tienda, a imitar personajes con disfraces o títeres. Con cualquiera
de estas actividades propondremos diálogos que pueden estar previamente elaborados
o darse espontáneamente, lo importante es estimular el lenguaje.
Como pueden ver son muchos los beneficios
que obtiene el niño al desarrollar la inteligencia lingüística, ya que influye
en otros aspectos como el socioemocional y el cognitivo, favoreciendo la autonomía,
la autoestima, la socialización y el aprendizaje escolar ¡A ponerlos en
práctica!
Juvitza Panez Salazar
Lic. Educación Inicial
Esp. Problemas de Lenguaje y Aprendizaje