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    Tarjetas de Estimulación Visual

    La importancia de incentivar el desarrollo visual en el niño


    La visión es uno de los sentidos más importantes en el aprendizaje del niño y la niña, a partir de ella comienzan a conocer el mundo que los rodea. El sentido de la vista ofrece una percepción más completa y auténtica de los objetos, permitiéndoles identificar, interpretar y comprender mejor lo que ven. Además, está íntimamente ligado a otras funciones como el lenguaje, la audición, la coordinación motora y el equilibrio.

    Al nacer, el bebé cuenta con el 5% de la capacidad visual adulta, de aquí la importancia de estimularlo desde temprana edad, es por ello que las Tarjetas de Estimulación Visual se convertirán en una excelente herramienta para este propósito. Las Tarjetas de Estimulación Visual tienen como objetivo: crear conciencia del estímulo visual, desarrollar la atención visual (a partir de ejercicios de fijación y seguimiento visual), propiciar la coordinación óculo-manual (importante para percibir la profundidad) y estimular la inteligencia, partiendo del desarrollo de habilidades para el aprendizaje (atención, concentración y memoria).

    Al recién nacido les llama la atención las zonas de contraste, fijándose particularmente en los contornos de las figuras observadas desde un eje vertical. Durante el primer mes solo distingue entre claro y oscuro (blanco y negro), con elevado contraste y formas geométricas sencillas. La distancia a la que puede percibir objetos no va más allá de los 30cm, por lo que se recomienda mantener sentado o echado al niño o la niña, frente al adulto, durante la presentación de las tarjetas

     

    Considerando lo antes mencionado, el primer paso con las Tarjetas de Estimulación Visual será lograr la fijación visual, haciendo uso de las tarjetas en blanco y negro en el siguiente orden:

     

    1.    Imágenes con formas simples (delineadas)

    2.    Imágenes con formas circulares, horizontales y cuadradas.

    3.    Imágenes con figuras lineales.

    4.    Imágenes con figuras de fondo y siluetas de animales.

     

    Una vez ubicados, tomaremos 1 tarjeta del primer grupo y la colocaremos frente al bebé. Si observamos que está distraído, debemos llamar su atención para que dirija la mirada hacia al frente y observe la tarjeta por 3 segundos, luego la guardaremos y felicitaremos al niño afectuosamente (esto lo motivará a continuar).

     

    El ejercicio se puede repetir hasta 4 veces con la misma tarjeta en diferentes ángulos. Estas repeticiones no tienen que ser inmediatas, pueden darse en diferentes momentos del día con la misma tarjeta.

     

    Es importante indicar que el tiempo que usaremos para buscar la atención del bebé será de 30” como máximo, una vez que la obtenemos recién se realiza los 3” de presentación (fijación visual). De no conseguir la atención del bebé podemos cambiar de estímulo (tarjeta o pañuelo), este cambiará diariamente hasta concluir con todos los estímulos en blanco y negro.

    A partir del segundo mes comienza a distinguir el color rojo y a seguir los objetos con la cabeza, es por este motivo que el segundo paso será lograr el seguimiento visual, pero antes de empezar a trabajar con los estímulos que incluyen el color rojo, realizaremos este paso nuevamente con los estímulos en blanco y negro. El seguimiento visual tiene 4 momentos y realizaremos que se distinguen por 4 movimientos diferentes:

     

    1.  Horizontal: Luego de llamar la atención del bebé hacia el centro del campo visual, llevar el estímulo hacia la izquierda hasta la altura de la oreja del bebé y mantener la fijación visual por 3 segundos, luego avanzar horizontalmente hasta la altura de la otra oreja. Guardamos la tarjeta, felicitamos afectuosamente al bebé y repetimos el ejercicio una vez más con el mismo estímulo.

     

    2.  Vertical: Luego de llamar la atención del bebé hacia el centro del campo visual, subir el estímulo hasta la altura de la frente, mantener la fijación visual por 3 segundos y luego bajar hasta la altura del mentón. Guardamos el estímulo, felicitamos afectuosamente al bebé y repetimos el ejercicio una vez más con el mismo estímulo.

     

    3.  Diagonal: Luego de llamar la atención del bebé hacia el centro del campo visual, subir el estímulo diagonalmente hacia la derecha hasta la altura de la sien, mantener la fijación visual por 3 segundos y luego bajar diagonalmente hacia el otro extremo del rostro hasta la altura del mentón. Guardamos el estímulo, felicitamos afectuosamente al bebé y repetimos el ejercicio una vez más con el mismo estímulo.

     

    4.  Circular: Luego de llamar la atención del bebé hacia el centro del campo visual, subir el estímulo hasta la altura de la frente, mantener la fijación visual por 3 segundos y avanzar hacia la izquierda rodeando el contorno del rostro hasta llegar nuevamente a la frente. Guardamos el estímulo, felicitamos afectuosamente al bebé y repetimos el ejercicio una vez más con el mismo estímulo.



    Con cada movimiento se realizará una sesión más durante el día y en esa segunda sesión pueden darse hasta 4 repeticiones con el mismo estímulo. Recordemos que los movimientos deben ser lentos para que el bebé pueda seguir el recorrido sin dificultad y que cada día cambiaremos de estímulo.

     

    Una vez que terminemos con los estímulos en blanco y negro, podemos pasar a los estímulos que incluyen el color rojo. Con ellos los pasos trabajados se repetirán, ahora en el siguiente orden:

     

    1. Imágenes con un solo color

    2. Imágenes con formas cuadradas

    3. Imágenes con formas lineales

    4. Imágenes con formas circulares.

    5. Imágenes con pares de contraste.

    6. Imágenes con seres vivos.

    Hay que esperar a los 4 meses para que el bebé reconozca los colores, perciba relieves y comience a adquirir visión binocular, la cual se define a los 6 meses, Favoreciendo la coordinación óculo-manual.

     

    Entonces, una vez concluido el segundo paso podeos pasar al tercero y último que es lograr la Coordinación Óculo-Manual. Para este propósito usaremos los pañuelos u otros elementos que tengamos en casa.

     

    De la misma forma que en los otros pasos empezaremos por captar la atención del niño y una vez logrado esto colocaremos el estímulo frente al rostro del bebé como lo hemos venido haciendo o simplemente lo colocaremos sobre una superficie. Inmediatamente después, llevaremos su mano hacia el estímulo mientras decimos “vamos a agarrar el pañuelo” y lo ayudamos para que lo alcance. Una vez que el bebé agarra el estímulo le daremos un tiempo para que lo explore y juegue con él.

     

    Esta vez no habrá repeticiones ni otras sesiones durante el día, pero seguiremos brindando un nuevo estímulo cada día. Recordemos que ahora podemos utilizar diferentes elementos que tengamos en casa.

     

     

    Juvitza Panez Salazar

    Lic. Educación Inicial

    Esp. Problemas de Lenguaje y Aprendizaje